Siete años de cárcel para el hombre que cortó el cuello a su novia por saludar a un amigo en un bar
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La Audiencia de Sevilla ha condenado a siete años de cárcel a un varón que cortó el cuello a su pareja con un cuchillo tipo machete tras manifestarle ella su decisión de poner fin a la relación sentimental por los constantes insultos que recibía por su parte. La discusión se desencadenó por un ataque de celos del agresor después de que ella saludara a un amigo en un bar. Según la sentencia, el condenado le dijo: «Tú me vas a dejar, pero yo me quito la vida y a ti te llevo por delante». El hombre estaba acusado de delitos de lesiones y de detención ilegal, ya que provocó una herida sangrante a su novia e impidió repetidas veces que saliera de la vivienda para buscar auxilio.
En una sentencia emitida el pasado 7 de julio, la Sección Cuarta de la Audiencia de Sevilla declara probado que el acusado -identificado como José G.V.- y la víctima iniciaron una relación «análoga a la conyugal en noviembre de 2021, conviviendo los fines de semana en el domicilio de él», si bien la mujer puso fin a dicha relación por «los insultos» que recibía del encausado, que «se mostraba celoso» de las amistades de su pareja con otros varones y ejercía «actos de control».
Empero, ante la «insistencia de reconciliación» del hombre, según el relato de hechos probados, ella accedió a reanudar la relación con la condición de que él se abstuviese de beber alcohol.
En ese marco, según la sentencia, la noche del 23 al 24 de abril de 2022, ambos estuvieron en un local de La Puebla de Cazalla con unos amigos y «consumieron alcohol», regresando juntos al domicilio del encartado, donde discutieron de madrugada, sobre las 6:00 horas, porque el inculpado habría recriminado a la mujer que hubiese «saludado a un amigo en el bar», insultándola gravemente en dos ocasiones, según el relato de hechos probados.
Ante ello, la víctima trasladó al acusado «su intención de dejar la relación» de nuevo y fue en ese momento, según el relato de hechos probados de la sentencia, recogida por Europa Press, cuando el inculpado acudió al cuarto de baño de la vivienda y salió del mismo armado con un cuchillo «tipo machete», con el que, «con ánimo de acabar con la vida» de su pareja, le puso el arma blanca en el cuello mientras le decía «tú me vas a dejar, pero yo me quito la vida y a ti te llevo por delante».
El acusado fue «clavando lentamente en el cuello» el cuchillo a su pareja, que ante esta situación, para intentar que el inculpado «parara», le dijo «que lo quería y que no lo iba a dejar», logrando que él retirase el cuchillo de su cuello, si bien ya había sufrido una herida sangrante.
Es por ello que la mujer «intentó coger su teléfono móvil para pedir auxilio», pero el inculpado, siempre según la sentencia condenatoria, se lo impidió y arrojó el terminal «en repetidas ocasiones contra el suelo» hasta dejarlo «destrozado».
Es más, según la resolución de la Audiencia, aunque la víctima pidió al acusado poder salir de la vivienda porque «sangraba mucho», éste le contestó «que eso era lo que quería, que se desangrara», restregándole incluso su propia sangre en el rostro.
Detención ilegal
La sentencia condenatoria detalla además los posteriores intentos de la mujer por abandonar la vivienda, pero en todas las ocasiones él «impidió que saliera» y, después, con el aviso de que iba a «haber más sangre», se realizó él mismo un corte en su muñeca izquierda, que comenzó a sangrar.
Ante ello, la mujer habría pedido al encartado que acudiese al cuarto de baño a lavarse la herida, extremo que él mismo realizó, momento en el cual la víctima aprovechó para abandonar «corriendo la vivienda» y salir a la calle, donde fue auxiliada por un viandante, no sin que antes el inculpado profiriese la amenaza de que la iba «a matar», siempre según el relato de hechos probados.
Fruto de dicho relato, la Sección Cuarta de la Audiencia de Sevilla ha condenado a José V.G. a tres años de cárcel por un delito de lesiones con el agravante de género y de parentesco y las atenuantes de reparación del daño e intoxicación por consumo de alcohol, pues admite que el inculpado ha depositado 5.000 euros en concepto de responsabilidad civil y actuó con sus capacidades moderadamente afectadas por el consumo combinado de alcohol y fármacos contra la depresión.
Igualmente, le impone cuatro años más de cárcel por un delito de detención ilegal con las mismas agravantes y atenuantes y diez años de prohibición de acercarse a la víctima o comunicarse con ella.
Además, le impone una multa por un delito de daños y la obligación de indemnizar a su ex pareja con la cuantía de 15.000 euros, según la sentencia condenatoria.